martes, 27 de septiembre de 2016

La Palabra de Dios


Antes de empezar cualquier lectura, comprensión e interpretación de la Biblia hemos de invocar la presencial de Aquel que ha inspirado a los que la escribieron: El Espíritu Santo. El creó las condiciones y dio la fuerza e inteligencia a los escritores sagrados. Igualmente asistió a los Apóstoles y sucesores para reconocer los libros escritos en que se encontraba la auténtica Palabra de Dios. Sin la inspiración del Espíritu, la Escritura no existiría; sin su asistencia, no habría sido reconocida como tal; sin su ayuda, no puede ser entendida, ni vivida, ni mucho menos llevada a los demás.


(Pasos para hacer una lectura espiritual con la Biblia. Autor: Víctor Hugo Mena Hernández).