"Todavía no habíamos empezado a hacer nuestra Hora Santa cotidiana que nuestra comunidad empezó a crecer y a florecer... Tenemos mucho trabajo. Nuestras casas para enfermos y moribundos siempre están llenas. Y desde que hemos empezado a hacer la adoración cada día, nuestro amor por Jesús se ha vuelto más íntimo, nuestro amor por cada persona más comprensible, nuestro amor por los pobres, más compasivo, y las vocaciones se han duplicado. Dios nos ha bendecido con magníficas vocaciones. El tiempo que pasamos cotidianamente con Dios es la parte más importante del día."
"Cuando miras al crucifijo, comprendes cuánto te amó Jesús. Cuando miras a la Eucaristía, comprendes cuánto te ama hoy."
Madre Teresa de Calcuta