Con el nombre de Comunión Espiritual se entiende el piadoso deseo
de recibir la Sagrada Eucaristía, cuando no se la puede recibir
sacramentalmente.
La comunión espiritual fue recomendada vivamente por el Concilio de
Trento y ha sido practicada por todos los santos con gran provecho espiritual
Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y
devoción con que te recibió tu santísima Madre; con el espíritu y fervor de los
santos.