En el Diario de Santa Faustina encontramos oraciones bellísimas, como estas:
Jesús, prisionero de amor, Tú escondes tu incomprensible majestad y te bajas a una criatura que es toda miseria.
Te adoro, Creador y Señor escondido en el Santísimo Sacramento. Te adoro por todas las obras de tus manos que me revelan tanta sabiduría, bondad y misericordia. Señor, has esparcido tanta Hermosura sobre la tierra y ella misma me habla de tu belleza. Sin embargo, se trata tan sólo de pálidos reflejos de Ti, belleza incomparable.
¡Jesús, en Ti confío!
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.